ZANAHORIA
Preparación del terreno
De una buena preparación del suelo van a depender los intercambios entre la planta y el suelo y, con ello, los buenos resultados del cultivo. Para el establecimiento del cultivo, para el máximo desarrollo de la raíz, así como para una correcta recolección, debemos preparar una banda homogénea de 25-30 cm, en función de los hábitos tradicionales de preparación; evitando preparaciones muy superficiales que impidan el pleno desarrollo de la raíz, ni excesivamente profundas que provoquen la subida de materiales del fondo poco fértiles.
Para la fertilización mineral es aconsejable partir con el conocimiento que da un análisis de suelo reciente.
En la fertilización nitrogenada hay que tener en cuenta que si se ha incorporado estiércol hay que limitar el uso de nitrógeno durante el cultivo a fin de evitar los altos contenidos de nitratos en las raíces cuando llegue el producto a los consumidores. Se sabe que los abonados precoces con nitrógeno favorecen la formación de caroteno y, por otro lado, el uso tardío y en exceso puede desequilibrar la relación raíces/hojas a favor de estas últimas en detrimento de una buena calidad de raíz. El ideal es mantener esta relación de forma progresiva.
Plagas:
- Mosca de la raíz (Psylla rosae): El adulto mide 4,5 mm y presenta cabeza parda y abdomen alargado y negro. La larva es de color blanco amarillento brillante, y de 7-8 mm de longitud y ápoda. Iverna en el suelo en estado pupario. Hacen su aparición en primavera. Biología: Control: desinfección del suelo y/o desinfección de semillas. Se recomienda la aplicación de Teflutrin 0.5%, presentado como gránulo a dosis de 10-15 kg/ha.
Ocurre cuando las zanahorias desarrollan nuevos tallos después de cosechadas. Esta es una razón por la cual es esencial el manejo de baja temperatura en postcosecha. Desordenes comúnmente asociados incluyen el marchitamiento, la deshidratación o el desarrollo de textura "gomosa" debido a la desecación.
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